martes, 17 de abril de 2012

Alcalde Mayor de Bogotá explica semejanzas y diferencias del metro pesado y el metro ligero



Dentro de las políticas contempladas en materia de movilidad, consignadas en el Plan de desarrollo de la Bogotá Humana, está la adecuación de la Red de Metro para la ciudad, con la que el Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, busca dar el salto que transforme de una vez por todas la manera cómo se transportan los bogotanos.
Para entender el moderno esquema, que se implementará en la capital, primero es clave destacar que se denomina metro al sistema ferroviario de transporte masivo de pasajeros, que opera en las grandes ciudades para unir diversas zonas y sus alrededores más próximos, con alta capacidad de transporte de pasajeros, velocidad  y frecuencia.
La red de metro de una ciudad está compuesta por varías líneas de conexión entre zonas y tipologías de metros, entre los que se destacan, el metro pesado y el liviano. La infraestructura de este modo férreo de transporte está conformada por carriles, estaciones y vagones lo que se denomina como material rodante.
Con respecto a la adecuación del metro en la ciudad, el mandatario bogotano sostiene que “en la actualidad el corredor vial de la ciudad está compuesto por una trocha denominada yárdica, con una longitud de  914 mm (media interna entre rieles), la cual es obsoleta. Por ello, tenemos que aprovechar el corredor férreo existente y modificar las medidas a unos rieles  tipo estándar, de una medida más ancha y que, según el caso, tendrá rieles electrificados (por tierra) o catenarias (por aire) para impulsar los vagones”.
Para el mandatario, la diferencia básica entre el metro pesado y el ligero la hace el tipo de vagón y la infraestructura por donde transite. “El metro liviano está compuesto por un vagón ligero, donde el frenado de la máquina se hace más fácil, mientras que el metro pesado tiene un vagón más grande, con mayor capacidad de pasajeros y más velocidad,  por lo que necesita una ruta exclusiva sin semaforización.  Allí está otra de las diferencias, el metro pesado en varios de sus tramos va bajo tierra para evitar las intersecciones en la superficie”.
Petro resalta que es importante que los ciudadanos sepan que si las circunstancias varían, se puede modificar el tipo de metro sin cambiar de rieles, sacando unos vagones e introduciendo otros sobre las superficies férreas, ya que tendrán las mismas medidas y capacidad de tolerancia en cuanto al peso. 
Según los estudios hechos por el equipo de movilidad, se necesitan  80 kilómetros de tramos férreos en la ciudad, los cuales incluyen toda la red de rieles existentes más los tramos de la carrera Séptima, del 20 de Julio a la calle 193 y el corredor ambiental con metro ligero en la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO), establecido así desde el 2006 en el Plan Maestro de Movilidad, y que le da piso legal al proyecto.
La anterior información fue recopilada de la entrevista que e

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