jueves, 26 de abril de 2012

‘No aprobar los recursos para el metro ligero en la 7a. es un daño gravísimo en la movilidad’: Petro Urrego


Después de conocerse la decisión por parte del Concejo de Bogotá, que sujeta la destinación de los recursos (800 mil millones de pesos) al metro pesado, el Alcalde Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Urrego, indicó que espera un cambio de actitud por parte del cabildo cuando en segunda instancia se presente el cupo de endeudamiento en el Plan de Desarrollo, que para movilidad suma 4.500 millones de dólares.

“La posición de los nueve concejales es contradictoria, porque ellos dicen no le aprobamos a Petro el metro ligero por la carrera Séptima porque no están los estudios de ingeniería, pero sí le aprobamos para el metro pesado que no tiene estudios de ingeniería (demoran 18 meses). Desde la perspectiva de los nueve concejales, que ayer votaron en contra de nuestra propuesta, en dos años no habría nada. Como lo delegan en el metro pesado, la realidad es que esta modalidad de transporte no tendrá financiación nacional, sino hasta el 2016”, dijo el mandatario.

Sobre las condiciones apremiantes que viven los bogotanos en materia de movilidad, el Alcalde dijo que cada vez son de mayor complicación. “Cada minuto que pasa si no se hace nada implica más y más congestión. La percepción de la gente es que se deteriora su situación frente a la movilidad.  Tenemos que actuar en función de que esa situación se detenga y sea revertida, es decir que la percepción ciudadana sea de mejoramiento”, señaló.

Petro Urrego manifestó que mientras se definen los recursos para las grandes obras de infraestructura y nuevas modalidad de transporte que necesita la ciudad, la Administración seguirá tomando las decisiones que ayuden a mejorar el tráfico de vehículos en la ciudad.

“Hay una serie de obras pequeñas que ayudan a tratar a detener los problemas de movilidad, mover las rutas de la Caracas a la NQS, haber tapado unos huecos en la Caracas, sabiendo que esa no es la solución definitiva; la incorporación de buses, alquilar alimentadores, presionar a los contratistas de la fase III para que puedan rodar los buses en la fecha estipulada”, sostuvo.

El burgomaestre recordó las razones por las cuales es necesario implementar el metro ligero en la antigua Calle Real. “El Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), apenas empiece a funcionar en junio y paulatinamente durante 18 meses, llevará mucha más gente a tomar bus a la Caracas por la forma como se contrató y se ideó, lo que sería un colapso, porque no se pueden introducir más buses.  Por tal motivo, la Séptima es imprescindible. Por ello, hablamos allí de metro ligero, un transporte más poderoso que sea capaz de atender la demanda de usuarios sin afectar la estructura y geometría de la Séptima, discusión en la que la comunidad determinó que no fuera TransMilenio”, dijo.

El mandatario agregó que “el estudio del corredor verde, que tiene la Secretaría de Movilidad, ya incluía el metro ligero. Nosotros le apostamos a esa solución, que es la que propuso el entonces candidato a la alcaldía Carlos Fernando Galán, cuyo partido ayer de manera paradójica le hundió la iniciativa”.

El mandatario indicó que “queda un segundo paso en el Concejo de Bogotá. El cabildo no ha tomado su decisión definitiva. Tenemos ese espacio que se va a complementar con la entrada en el Concejo del Plan de Desarrollo, que incluirá estudios, costos, diseños y cronogramas de las rutas férreas (77 kilómetros), las rutas de cables, la ampliación del sistema TransMilenio. El resultado final es que ya no vamos a hablar de un cupo de endeudamiento por 800 mil millones de pesos, sino de billones, esperemos que va a decidir el Concejo”, puntualizó.

Finalmente, Petro Urrego señaló que el costo total de la infraestructura de transporte que necesita la ciudad vale 4.500 millones de dólares, de los cuales 1.500 millones de dólares se destinarán a las redes ferroviarias (incluye redes férreas existentes, metro ligero por la Séptima y la ALO integrando el aeropuerto Eldorado a la ciudad), las dos líneas de cable y la red de ciclorrutas.   La otra partida, de 2.000 millones de dólares, se utilizará en la adecuación de las avenidas 68 y Boyacá (77 kilómetros) al sistema TransMilenio.

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