Para el mandatario capitalino cerca del 37% del agua que se consume en la capital corresponde a fugas, filtraciones, despilfarro o es robada, al referirse a las pérdidas comerciales que ocasiona este flagelo y que afecta la estructura financiera de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB).
Uno de los objetivos en la Bogotá Humana si se logra reducir inicialmente dicha pérdida, es otorgar el mínimo vital al estrato tres, que conforma el mayor volumen de población y luego extender la medida a los demás estratos en el Distrito Capital.
El Alcalde mayor Gustavo Petro considera que si se logra que el volumen total de pérdidas se evite, sustentaría financieramente la ampliación de la medida a todos los estratos en la ciudad como un “derecho que puede ser universal”, agregó.
Con la entrega de 12 metros cúbicos bimestrales sin costo alguno a los barrios del Distrito Capital, 100.009 familias del estrato 1 y 517.346 familias en el estrato 2, se benefician en Bogotá, es decir más de cerca de 600 mil familias.
Pese a las mencionadas pérdidas, Petro afirmó que “vamos por buen camino y el mínimo vital, es una realidad”.
En 60.000 millones de pesos anuales se estima el costo asumido por el Distrito con la aplicación de esta medida, que se traduce en un ahorro para las familias de escasos recursos.
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