por GODOFREDO CÍNICO CASPA
No entiendo cómo, teniendo todo a la mano, no se hizo nada para acabar de un tajo con la tal Marcha Patriótica de la subversión en Bogotá. O por lo menos dispersarla con gases y bayonetas. Dejaron que los malolientes cortejos de menesterosos se pasearan con toda impunidad por la ciudad y se concentraran miles de subversivos en la plaza del sedicioso mayor.
La vaina era fácil. Bastaba –como lo hemos hecho otras veces– conseguir a algunos ñeros, bazuqueros y autodefensas desmovilizados, sacarlos de los barrios empinados donde viven, darles algunos pesitos para que disfrazados de encapuchados, estudiantes, obreros o campesinos, se agarraran a darle piedra a la policía, provocaran disturbios y tumultos, de tal modo que la fuerza pública, agredida por sus propios empleados, levantara a gases, bolillazos y granadas de aturdimiento a todos esos guaches.
Se habría logrado así, no solamente dispersar a las columnas de 40 o 50 mil terroristas agrarios, sino hacer ver que tienen relaciones con las Farc. ¿Cuántas veces no lo hemos hecho? Por qué esta vez no, tratándose de una marcha en la cual estaban seres tan rojos y repugnantes como el Iván Cepeda y la Piedad Córdoba, estandartes de la asonada, precursores de la injustificada rebeldía de un pueblo al que se le da todo lo que pide… sobre todo plomo jejeje.
¿Cómo dejaron pasar esta oportunidad de encochinar a ese nuevo y siniestro movimiento? Bastaba un tropelito producido por los amigos de las propias tropas para desatar la justificada represión. Los titulares hubieran sido divinos: “Marcha Patriótica violenta y delincuencial” o bien “A bolillo dispersadas las Farc en Bogotá”. Pero no hicieron nada, seguramente por órdenes del gamín del Petro que quiere seguramente dialogar con la gleba ignara.
Estuve por ahí mirando a toda esa lobería ¡Qué credibilidad puede tener ese movimiento de la Marcha Patriótica con esa gente tan mal vestida y tan maloliente! Hubieran visto ustedes: el festival de la ruana, del pañolón, del sombrero sucio, de la camiseta grosera, de las alpargatas y las cotizas. Una marcha lasciva que olía a cilantro y ajos. ¿Qué seriedad puede tener una marcha en la cual ni un solo hombre iba de corbata y ninguna dama estaba debidamente maquillada y perfumada, como debe ser?
Puro pueblo contaminador y ni hablar de lo otro: se trajeron un pocotón de indios desde Arauca hasta el Cauca que desfilaron tocando flautas y pecaminosos tambores. Y como si faltara algo, una cantidad de agrarios de la costa Caribe, todos más bien morochitos. Bailando vainas sexuales, metiéndole la procaz cumbia a nuestra serena capital. ¡Ni un bolillazo! Una marcha perfecta para esos caníbales y antropoides pata al suelo. Al paso que vamos van a terminar eligiendo a cualquier chamán en el 2014.
De otro lado y no contento este gobierno con el cuentico ese de entregarles tierras a los campesinos, tierras que no son de ellos sino de los dueños históricos tradicionales del agro, o sea la gente blanca descendiente de los conquistadores que le ganaron la guerra a los indios, no contento con ello, digo, ahora sale el Santos con la propuesta y la idea de entregarle casa, vivienda, choza, rancho o como se le quiera llamar, a los pobres en las ciudades.
Qué despilfarro del presupuesto nacional cuando esa platica, la no despreciable suma de tres billones de pesos, se hubiera podido emplear en comprar más fusiles y helicópteros, en incorporar decenas de miles de soldados o por ejemplo en prestarle plata a la gente del agro, como hizo mi niño del alma, Andrés Felipe Arias. O en obras de beneficio colectivo, como darle dinero a la gente dueña de la salud.
Pero no. Se les tenía que ocurrir gastarse el presupuesto en soluciones de vivienda gratuitas. Toda esa gente que paga arriendo, contribuye a la economía de los casa tenientes. Y que vivan hacinados en inquilinatos o en piezas, pues es problema de ellos. Si lo han hecho así durante dos siglos, ¿para qué demonios vamos a cambiarles esas costumbres? Los tugurios y las casas de lata o cartón son adecuados para esa gentuza.
¿Y ahora qué quieren? ¿Que todo el país quede en estrato tres o cuatro? ¿Y entonces, quién trabaja, quién lava la ropa y barre las calles? Empezamos dándoles casa gratis y luego van a querer salud y educación gratuita. ¡Igualados, arribistas! Se quieren parecer a nosotros, la gente de bien, pero no lo lograrán.
Y como era de esperarse, tenía que poner Santos al manzanillo ese del Vargas Lleras a la cabeza del ministerio del regalo, para que se llene de clientela y consiga la cuota electoral que le permita perpetuarse en el poder en el 2014.
¿Y el negocio de los urbanizadores piratas que tanto ha beneficiado al mundo urbano? Están atacando las bases de la economía. Este gobierno es marxista-leninista. Y punto. Pero ténganse de atrás. Ya vendrá nuestro amo Uribe a acabar con esa vagabundería de la casa gratis para la gleba.
Porque en medio de todo tipo de acontecimientos subversivos, al fin una buena noticia. Me refiero, sin duda, a la chiva maravillosa y lanuda que nos dio el senador Juan Carlos Vélez Uribe, que como todo el mundo sabe, desde la inversión de los apellidos es el espejo prístino del Gran Supremo Uribe Vélez.
Saludo de pie, firme y con el brazo en alto en gesto puro falangista, la noticia de que su excelencia Uribe encabezará en 2014 cuando menos una lista para el Senado, si es que antes no cambiamos de nuevo los articulitos o tumbamos al Santos.
Necesitamos prontamente sacar a empellones a todos los santistas del partido de la U, de esa santa alianza por la refundación de la parapatria. Llega el momento sublime de lanzar la lista del beato Uribe que deberá en 2014 conquistar 99 de los 102 escaños del Senado para arrasar con todo lo que no sea seguridad democrática, para acabar con la representatividad diversa de indios y gamines que nos tienen hartos.
El Congreso de la República debe ser unánime. Cuáles liberales, polistas, progresistas y demás caterva de belicosos opositores a la idea única, a la sublime doctrina de Obdulio y Yidis. En el 2014 lograremos que todo el Capitolio sea habitado únicamente por gente de la U y de la W. Gente piadosa, senadores y representantes que no tengan necesidad de pensar, sino que de manera disciplinada le digan si a todo lo que proponga y exija nuestro caudillo Uribe.
Como no nos quieren dejar volver a la Presidencia, pues le daremos un golpe de gracia al poder legislativo para volverlo prácticamente ejecutivo y judicial, si es del caso.
El senado es el reino del articulito, de tal modo que nos inventaremos algunos para cambiar la atroz Constitución, y mangonearemos como se nos dé la gana las leyes y quién quita que una vez electo Uribe y 98 senadores de sus castrenses filas, podamos decidir que la figura de la presidencia –sea quien sea el electo, Santos, Navarro o el Vargas Lleras– ya no es necesaria para la democracia directa que pregonamos.
Ya no más un partido de la U infiltrado por los sátrapas liberales y las fuerzas socialistas. Una U de verdad para girar en amarillo hacia la extrema derecha que es lo que le conviene a los ricos y en consecuencia a todo el país.
Hincado de rodillas oro al señor de las batallas para que ganemos este combate de tal modo que nuestros tres huevitos se empollen y nazcan águilas, chulos y cuervos que recuperen al país de las garras de los cachiporrros
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