Por Clarisa Ruiz Correal*
La vida contemporánea transforma constantemente nuestros imaginarios sobre la ciudad y nos deja poco espacio y tiempo para recrear la vida-en-común. Sin embargo, la gran capital no acepta ensimismarse y despliega múltiples y diversas celebraciones a lo largo de todo el año; algunas de impacto internacional, como el Festival de Teatro, otras mas íntimas y cotidianas.
En Agosto ya se hace tradición distraernos del ritmo frenético de la ciudad para permitir que nuestras miradas se crucen y seamos menos extraños. Es en pos no solo de sobre vivir en común, sino de disfrutar en común y de simplemente estar en común, que los bogotanos, de aquí y de allá, celebramos todo el mes de agosto el Cumpleaños de Bogotá y buscamos construir un acto de fe alrededor de esa historia algo confusa. Los historiadores aun discuten sobre dos posibles fundaciones: la del 6 de agosto de 1538 en la Plaza de las Yerbas, hoy Parque Santander; y la otra, el 27 de abril de 1539 en la Plaza mayor, hoy Plaza de Bolívar...
Para zanjar la dualidad este año celebremos en las dos plazas, y además en otros espacios y parques de Bogotá, buscando descentralizar la Fiesta de Bogotá en sus 20 localidades. Celebremos en 2012 enfatizando la fuerza del mestizaje que constituye nuestra mayor riqueza. Celebremos con manifestaciones artísticas, deportivas y, llanamente, con posibilidades de encuentro público donde lo lúdico tenga un lugar preponderante como dimensión de lo humano que tiene que ver con la creatividad, la invención, la alegría y con la belleza de lo más y de lo menos aparente. Hay muchas formas de belleza: Así, como un libro es una ocasión para la belleza, parafraseando a Borges, digamos que esta celebración de Bogotá es también una ocasión para la belleza.
Bogotá Humana busca recuperar y ampliar los lugares públicos donde se potencia la vida a través del arte, las culturas y el deporte. Es así que en este mes de agosto la capital es más intensa: Conciertos gratuitos en salas, plazas y parques, desfiles, comparsas, apertura de nuevos tramos de ciclovía, del Teatro del Parque Nacional, del programa Cultura en Común y el Festival Salsa al Parque. Estas y otras actividades se suman a la vida cultural de la ciudad en la que cada quien puede encontrar o descubrir un plan vital para habitarla a su gusto.
Nuestra invitación apunta a 'des-sedentarizarnos', empezando por activar la imaginación. Está en juego nuestra capacidad para reinventarnos como ciudad moderna en trance de profundas mutaciones. Aprovechemos al máximo este mes de fiestas en Bogotá para refundarla como si fuera uno de esos libros que nunca queremos dejar de leer, que siempre nos acompañan en nuestras noches y pensamientos. Busquemos nuevas ocasiones de belleza colectiva.
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