· Con el programa Música a la carrera de la Orquesta Filarmónica de Bogotá, OFB, los transeúntes de la carrera séptima podrán disfrutar de música en vivo.
· Cerca de 500 peatones disfrutan cada semana de este espectáculo musical
Bogotá, 21 de mayo de 2013. La Orquesta Filarmónica de Bogotá (OFB), continúa con Música a la carrera este viernes 24 de mayo, a las 12 de medio día en la bahía del Teatro Jorge Eliécer Gaitán donde la Banda Sinfónica Infantil del Colegio Salesiano Juan del Rizzo (CSJR) ofrecerá un concierto para los transeúntes que circulen a esta hora por la carrera séptima.
Conciertos con grupos de cámara de la Orquesta, bandas sinfónicas de la Red Distrital de Bandas, la Banda Filarmónica de Vientos, entre otras, hacen parte de la oferta musical que circulará cada semana con dos conciertos por este corredor cultural. “Son 60 conciertos los que se tienen programados hasta diciembre de este año, cada semana cerca de 500 transeúntes disfrutarán en vivo de la música en medio de un espectáculo de alto valor interpretativo”, afirmó David García, director general de la OFB.
En esta ocasión, la Banda del CSJR bajo la dirección de César Arturo Cano Arteaga, rendirá un sentido homenaje a las madres. Dentro del repertorio que tiene preparada la banda esta: Mi amiga es mamá, balada de Alberto Gerardo Luna, solista en la voz, Emanuel Estaban Pérez; El camino de la vida, vals de Héctor Ochoa, solista en la voz, Esneider Aristizabal; Señora señora, balada de Denisse de Kalaf, solista en la voz, Viviana Joya; y Como el amor de mi madre, de Esneider Aristizabal. (Arreglos y adaptaciones para Banda Sinfónica Cesar Augusto Cano Arteaga). Además, interpretará: Los magníficos de Victoriano Valencia yEstamos pasando bueno, porro de Armando Ariel Ramírez.
Música a la carrera es una iniciativa de la OFB que hace parte Corredores culturales, programa de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte, el Instituto Distrital de las Artes, Idartes, y la Orquesta Filarmónica de Bogotá.
Reviviendo la retreta
Bogotá ya ha perdido la memoria de las retretas que se hicieron famosas hace muchos años con la celebración del Centenario de la Independencia. Ir a escucharlas era programa obligado de los domingos en un plan familiar. Los parques Nacional, Santander y La Independencia solían ser sitio de reunión para ver en acción a las bandas de vientos de la ciudad y el Departamento. Las retretas tienen sus antecedentes en las celebraciones cívicas y militares que se realizaban a finales del siglo XIX con la participación de las bandas militares.
La banda de viento permite la interpretación de un repertorio muy variado que va desde la música universal, pasando por la música brillante, el jazz y la música popular de todos los países. La difusión masiva de los repertorios musicales a través de las bandas permitió que la gente hablara con propiedad acerca de óperas como Aída o de piezas clásicas famosas, pues era común escuchar las bandas en los parques y en las plazas. Las bandas de viento tienen la particularidad de poder interpretar sus repertorios en lugares no convencionales para conciertos de música clásica y, al mismo tiempo, la virtud de difundir variados repertorios, propiciando la integración cultural entre diversos tipos de públicos.
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