martes, 24 de marzo de 2015

Una mirada a la ruralidad humana de Bogotá



 
En la ruralidad de Bogotá existen 4.221 viviendas, un total de 4.353 hogares y 16.787 personas, 0,22% del total de la población de la capital.
En las fincas censadas se registró una producción 6.665 toneladas, siendo los cultivos de papa y hortalizas varias los más representativos, para 2013.
 
El Observatorio de Desarrollo Económico de la Secretaría de Desarrollo Económico presenta a la ciudadanía su publicación ‘Resultados del Censo de Ruralidad’, estudio que permitió identificar a cada uno de los hogares que habitan en la ruralidad del distrito, permitiendo de la caracterización de la situación socio-económica de los habitantes y su calidad de vida, así como, de las condiciones productivas de las fincas asociadas a los hogares rurales censados.
 
La caracterización de la ruralidad de Bogotá se hizo en el marco del programa “Ruralidad Humana” del Plan de Desarrollo, Bogotá Humana 2012-2016. En este sentido, con los resultados del censo se permitió identificar las problemáticas y focalizar las líneas de acción de las actividades de articulación de oferta alimentaria; reconversión productiva; mejoramiento del hábitat rural; y la implementación del programa de asistencia técnica rural.
 
Además el Observatorio de Desarrollo Económico  indica en la publicación disponible en su página web que, en la ruralidad habitan 16.787 personas en 4.353 hogares. En efecto, estos hogares tienen unas condiciones de vida muy distantes de la urbe capitalina, a saber, baja cobertura en algunos servicios públicos básicos, como alcantarillado, acueducto y recolección de basuras. Además, en materia educativa y alfabetización, el 5,9% de la población rural mayor de 15 años no sabe leer y escribir.
 
El secretario de Desarrollo Económico, Carlos Simancas, indicó que el ‘Censo de Ruralidad’ deja conclusiones muy valiosas, entre las que se destacan la necesidad de mejorar y adecuar las vías rurales a los centros educativos, mejorar las locaciones escolares, e intervenir con modelos semi-presenciales de enseñanza educativa. 
 
Por otra parte, Simancas resaltó “hay que hacer un llamado a ser más recurrente en el levantamiento y seguimiento de las condiciones de vida en la ruralidad y del hábitat natural, por ser un entorno que abarca el 75% del territorio total de la ciudad de Bogotá”.
 
Adicionalmente, el ODE establece que con la identificación de las actividades productivas en áreas protegidas del territorio rural, se propone un modelo de valoración para efectuar un instrumento de incentivos para la protección ambiental de un territorio donde el agua es el eje del ordenamiento territorial y social.

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